En nuestro día a día tomamos decisiones, basadas en el análisis que hacemos de la información que poseemos. Por ejemplo, si leo hoy, que mañana hay una probabilidad de lluvia del 90%, casi con toda seguridad, empezaré a buscar donde está el paraguas y el chubasquero.
En el entorno empresarial, tan competitivo, ocurre lo mismo, o mejor dicho, debería ocurrir lo mismo. La realidad es que pocas empresas y organizaciones realizan esa labor, tan esencial, de captar información, transforman esa información en datos, analizarla, y tomar decisiones en base a la misma.